ALABADO SEA JESUCRISTO

Guadalajara, Jal., 4 de diciembre de 1990.

“ No me he preciado de saber otra cosa entre vosotros, sino a Jesucristo y a éste crucificado”. ( 1 Cor. 2. 2 )

Esa es nuestra oración, permanecer unidos en la fe a Jesucristo Crucificado.

  • Jesús es nuestra oración.
  • Jesús es nuestra forma de vida.
  • Jesús es nuestro alimento.
  • Jesús es nuestro todo.
  • Su pensamiento sea en nosotros.
  • Sus palabras sean en nuestra boca.
  • Su corazón lata en nuestro interior.
  • Sus ojos vean por nuestro medio.
  • Su amor se derrame a través de nuestra vida.
  • Queremos ser libres, pues nuestra verdad está basada en Jesús y es el mismo Jesús quien nos da esta libertad.

Libres de todo, apegos materiales, apegos espirituales, libres del dinero, libres del egoísmo, libres solamente para amar, libres para hinchar nuestro corazón de la caridad Divina.

Somos hijos de la Santa Madre Iglesia y con humildad acudimos a ella siendo fieles a su enseñanza y poniéndonos a su disposición a través de sus representantes que nos conducen por la acción del Espíritu Santo a realizar esta vida evangélica.

Queremos que nuestra vida, por impulso divino, demuestre que vivimos castos, pobres, obedientes y llenos de caridad para con Jesús en todos los pobres sobre la tierra.

Este es el anhelo de nuestro Señor para nosotros y nosotros experimentamos en nuestro interior esta forma de vida en el mundo y que las casas que Dios nos dé, sean llamadas “HOGARES DE LA CARIDAD”.

Que Jesús sea glorificado y por todos los hombres sea amado. Amén.
Hno. Francisco María de la O, SJEM

Esta es nuestra única sabiduría y sólo deseamos ésto, ya que el mismo Señor Jesucristo es quien actúa en nosotros, en nuestro corazón y, por su amor infinito hacia nosotros sus siervos, ha depositado en nuestra alma su misma sed inagotable que nos comunica en el Calvario, aquella sed de amor y de almas que ardía en su corazón.

A nosotros, pecadores y llenos de miseria ha tocado su gracia divina y como fruto de ésta gracia nos integramos así, débiles como somos, al amor infinito de su corazón, deseando y anhelando ser únicamente Hermanos Siervos de Jesús, viviendo su Santo Evangelio con sencillez y simplicidad.

Sabemos bien que nada somos ni hacemos si El no está con nosotros y para que este mundo y esta humanidad logren la perfecta unidad, queremos que Él esté verdaderamente en medio de nosotros y nosotros en torno de Él, nuestro hermano mayor, formar la gran familia siendo, sintiéndonos y viéndonos hermanos unos de otros.

Deseamos estar al servicio de Jesús viviéndolo y amándolo en los pobres, en los más necesitados, en los abandonados, en los desprotegidos, así como fue Él, capaz de servir a la humanidad donando su propia vida para redimirnos a todos.

Queremos vivir a ejemplo de nuestra Madre Santísima, la humilde Esclava del Señor, que no negando la gracia tan alta que se le concedió de parte del Altísimo, quiso en su pobreza sólo ser la pobre de Dios con solicitud y amor a su servicio y quedándose poca cosa, dejó pasar con claridad por su vida a nuestro Redentor, se dispuso a servir a la humanidad pasando desapercibida y guardando en Su corazón con mucho silencio, el gran misterio de la Salvación.

Deseamos, porque Jesús lo quiere, vivir sólo de fe, fe pura, por eso la unión con Él en nuestra vida es fundamental.

OBRA DEL HOGAR DE LA CARIDAD DE LOS HERMANOS SIERVOS DE JESÚS Y ESCLAVOS DE MARÍA.